Bueno, este es el último día de estar en Costa Rica. Ha pasado las diez semanas como fueran unos segundos, pero al mismo tiempo parece como he vivido aquí toda mi vida. Hice muchas cosas; hice rafting y canopy en Sarapiquí, hubo la celebración del día del padre, asistí a una excursión al parque nacional Manuel Antonio, fui en bote por los canales de Tortuguero, visité muchos museos y otras excursiones en San José, fui a Arenal, conocí a las iglesias históricas de Cartago, disfruté el sol quemándome en las playas de Guanacaste, hubo algunas fiestas de cumpleaños para miembros de la familia, estudié por seis semanas, caminé en la Romería, trabajé como traductor por cuatro semanas, hubo la celebración del día de la madre, y escalé Chirripó para nombrar las actividades sobresalientes que hice. Pero este viaje significaría nada si no hubiera conocido a la gente que ya conozco, porque son las amistades que, para mí, son lo que es más importante. Ahora cierra esta etapa de la vida y regreso a mi patria. Me pregunto si voy a tener que acostumbrarme de nuevo a mi cultura porque he estado afuera de los Estados por mucho tiempo y me he acostumbrado a la manera y el ritmo de vivir aquí en Costa Rica. Bueno, voy a hacer una entrada más de reflexiones, y ahora les digo que hay de nuevo. Terminé de hacer el trabajo de traducción para la Facultad de Ingeniería Eléctrica y tuve como una semana libre para hacer lo que me gustara. Pero no hice mucho, aparte de ir de compras para comprar regalos al último minuto y pasar tiempo con los amigos que tengo aquí. Anoche hubo una fiesta excelente como una despedida para mí y vinieron muchas personas de la familia en la casa de Grenz, la hija de mi mamá tica. Comimos comida de barbacoa con queso frito, frijoles, tortillas y todo estaba muy rico. Lo que no estaba esperando fue que me compraron unos regalos como recuerdo de Costa Rica como una gorra, unas camisetas con “Pura Vida” y dichos ticos, una carreta pequeña, confites y café. Estoy tan agradecido por todo lo que hicieron por mí, y me trataron como si fuera familia. Les voy a extrañar mucho, estaremos en contacto por Facebook y ojalá que puedan hacer llamadas de Skype también.
Well, this is my last day in Costa Rica. The ten weeks have passed as if they were only seconds, but at the same time it feels like I’ve lived there all my life. I did a lot of things; I went rafting and ziplining in Sarapiquí, there was the Father’s day celebration, I went on an excursion to Manuel Antonio, I took a boat ride through the canals of Tortuguero, I visited a lot of museums and went on other excursions around San José, I went to Arenal, I got to know the historic churches of Cartago, I enjoyed the sun while receiving a sunburn on the beaches of Guanacaste, there were a couple birthdays for host family members, I studied for six weeks, I walked in “La Romería”, I worked as a translator for 4 weeks, there was the Mother’s day celebration, and I hiked up Chirripó to name the most prominent activities. But this trip wouldn’t mean anything if I hadn’t met such awesome people, because it’s the friendships that, for me, are the most important and meaningful. Now closes this chapter of my life and I return to my homeland. I wonder if I will need to re-acclimate to the culture of the States because I’ve been out of the country for a while and I’ve become accustomed to the manner and rhythm of life here in Costa Rica. Well, I’ll do an entry on my reflections later and now I’ll tell you what’s new. I finished doing my translation work for the Electrical Engineering department and I had a week free to do what I wanted. But I didn’t do much, apart from buying some last minute gifts and passing time with friends that I have here. Last night there was an awesome goodbye party for me and a lot of family members came to Grenz’s house, the daughter of my host mom. There was a barbeque with three types of meat, fried cheese in a tortilla, beans, tortillas and everything was delicious. What I wasn’t expecting was that they bought me some gifts in memory of Costa Rica like a hat, some shirts with “Pura Vida” and Costa Rican sayings, a small oxcart replica, candy and coffee. I’m so thankful of everything they did for me, and I they treated me like I was family. I’m going to miss them a lot, we’ll be in contact via Facebook and I hope that they can Skype call occasionally too.
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